caminante sin rumbo
buscando su primavera.
Entre mi espíritu y aquello que busco
se ciernen las tinieblas,
cubriendo los caminos de un viajero confundido
que apenas le queda paciencia.
Incesantes recuerdos reaparecen,
inundan mi cabeza,
nostalgia y sueños arremeten
contra mi puerta,
en vez de aquello que busco,
para que ilumine las rejas
de un corazón inerte
siempre en quiebra.
Amor, tesoro imposible
que huye cuando mi alma se acerca.
Corazón, sentimiento malherido
sorprendido por las penas.
¿Dónde te escondes?
¿Dónde te encuentras?
Te busco, te persigo,
pero ya no tengo fuerzas.
Creo que dejaré de buscar…
quizás así aparezcas.
